En relación a lo anterior quiero mencionar la situación de España a la hora de poder adoptar un niño español. ¿Por qué es más complicado en tu propio país que fuera? Es algo que nunca entenderé y que debería cambiar. Dejo a continuación un artículo de "la Gaceta" donde nos explica un poco dicha situación. Nada más ni nada menos que la escalofriante cifra de 40.000 niños se encuentran en España en desamparo. Y no se trata de que no haya familias interesadas en la adopción o acogida de los niños sino que las leyes españolas ponen demasiadas trabas. La causa parece ser que los padres biológicos vuelven a reclamar su custodia pero hasta entonces...¿qué ocurre con esos niños? ¿Acaso tienen que pagar ellos los problemas de sus padres, sean cual fueran?
40.000 niños son demasiados niños y creo que se debería analizar la situación de cada uno, es decir, los motivos de los padres a darlos en adopción o si les quitaron la custodia. No es lógico esperar a ver si sus padres reclaman al niño porque nunca se puede saber el tiempo que puede tardar ni siquiera si lo van a hacer.
Por otra parte, bien cierto es que la adopción de un niño, en caso de conseguirlo, no es nada sencillo sobre todo cuando el niño ya tiene cierta edad.
En los casos de adopción los principales problemas que se observan son los síndromes antisociales o agresivos y la hiperactividad entendida como problema de atención y movimiento.
Aspectos como la empatía, la tolerancia a la ambigüedad y la flexibilidad son fundamentales. Lo primero es aceptar las diferencias que tiene ser padre adoptante frente a la paternidad biológica, pero sin insistir demasiado en ellas. O sea, ni rechazarlas, ni pensar que todo es diferente. Y luego, tener la flexibilidad para acoger al niño que le llegue con la historia que tiene ese niño a sus espaldas.
La verdad es que la mayoría logra curar los daños que el pasado le haya podido ocasionar. Camino difícil pero posible y satisfactorio.
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