Hola, mi nombre es Lorena y soy estudiante de Educación Social. Mi objetivo de este blog es conocer mejor a personas que no han tenido una vida fácil ni la tienen en el presente, de ahí el título "Camino de piedras". Además animo a que se opine sobre los temas que voy a sacar y/o se agreguen otros relacionados. Con ello no sólo profundizaremos en ello, sino que podremos intentar mejorar o dar apoyo a estos colectivos en riesgo de exclusión social.

La exclusión social no entiende de edad, sexo o raza. Afecta por igual a jóvenes y adultos, hombres y mujeres, nacionales o inmigrantes, que por una razón u otra se ven fuera de las redes sociales convencionales. El abuso del alcohol y las drogas es una de las razones más frecuentes, pero no la única. Por ello, es necesaria una atención individualizada y el apoyo de la familia para conseguir la rehabilitación de estas personas. En el caso de los menores, la prevención se convierte en una herramienta fundamental, así como la formación y la necesidad de reconocer su valía para evitar la pérdida de autoestima.

Voy a comenzar por los menores ya que si en algunos casos se pudiera prestar ayuda y subsanar el problema desde la raiz no tendríamos que lamentarnos posteriormente. Creo que la base está ahí, desde la infancia, desde que comienzan su educación, y no me refiero en las escuelas, sino donde realmente comienza: el seno familiar.

Según la ley 3/97 toda persona que tenga conocimiento de una situación de riesgo para un menor debe comunicarlo a las autoridades o a los servicios sociales de su comunidad que tomará las medidas oportunas. Los Servicios Sociales deben actuar siempre en interés del menor, por encima de que se deba potenciar su permanencia dentro de la familia. Entre las medidas que se pueden dictar para proteger al menos están las siguientes:


- Desamparo: Es la situación que se produce por el incumplimiento o el imposible o inadecuado ejercicio de los deberes de protección establecidos por ley para la guarda de menores, cuando éstos quedan privados de asistencia material o moral. Cuando se detecta una situación de desamparo el juez dicta medidas que implican la privación de las funciones paternas y la asunción de la tutela por parte del Estado.

- Tutela «ex lege»: Es la responsabilidad que incumbe al Estado cuando aprecia que un menor se encuentra en situación de desamparo. Esta medida se toma con carácter provisional e implica la guarda del menor, la administración de sus bienes y su representación.

- Guarda: Supone para quien la ejerce la obligación de velar por el menor, tenerlo en su compañía, alimentarlo, educarlo y procurarle una formación integral. El Estado la asume cuando los padres lo solicitan justificando no poder atenderle, o cuando se aprecia una situación de desamparo.

- Acogimiento familiar: Es una medida que otorga la guarda del menor a una persona o núcleo familiar distinto al de origen, con el fin de integrarlo en una vida familiar que sustituya o complemente a la suya natural de forma temporal. Todo esto con independencia de que los padres o tutores estén o no privados de la patria potestad. El acogimiento puede ser de tres tipos:
                            1- De urgencia: Cuando así lo requieren las circunstancias.
                            2- Temporal: El niño volverá a su familia cuando se extingan las causas que dieron lugar al   acogimiento. Nunca puede ser preadoptivo.
                            3- Preadoptivo: Es el paso previo a la adopción del menor.

- Adopción: Es una medida jurídica con la cual se produce la integración total de un menor en una familia que no es la suya de origen. Se da lugar de esta forma a la creación de un vínculo de filiación entre adoptante y adoptado, teniendo el menor los mismos derechos que los hijos naturales.

- Seguimiento: Nos permite valorar si se están cumpliendo los objetivos que se han propuesto, si hay que cambiarlos o adaptarlos a nuevas necesidades, coordinar la actuación de los distintos profesionales... Cuando finaliza el programa el seguimiento suele hacerse a los 6 meses para saber si se mantienen las mismas condiciones en las se finalizó el programa, verificar si se han vuelto a producir malos tratos, comprobar si existen o no nuevos factores de riesgo...

Después de daros esta información sobre los procedimientos que se llevan a cabo según casos, me gustaría que dierais vuestra opinión sobre ello. Sinceramente en muchos de los casos estos niños no reciben el cariño necesario, tan importante como una buena educación. Creo que para ellos al final todo resulte frío y tengan que crecer a edades muy tempranas, sin disfrutar apenas de la valiosa infancia. Su vida ya comienza con un camino lleno de piedras donde posiblemente comiencen a coquetear con las drogas con ¡tan solo 12 años o menos!

Encontré más información relacionado con el tema donde el objetivo es el apoyo a menores a

través del deporte. Me parece interesante mencionarlo porque me sorprendió la cantidad de valores que se pueden adquirir con la práctica deportiva, como puede ser honestidad, amistad, relacionarse, trabajar en equipo, saber compartir, saber ganar, saber perder, mejorar la autoestima... son tantos los valores que podría escribir un hoja llena de ellos.  

La Ayuda inicialmente se puede establecer para niños de 6 a 16 años de familias atendidas por los Servicios Sociales Municipales, cuya solicitud será valorada por los departamentos de Servicios Sociales correspondientes. Para conseguir una mejor y más rápida integración, es aconsejable que no haya más de dos niños o jóvenes de un mismo colectivo, en el mismo equipo.